Varios
Bjork en el Royal Opera House
Para l@s que les guste Bjork les dejo este regalito del día de la mujer, un hermoso concierto en una noche mágica del Royal Opera House en Londres, 16 de Diciembre de 2001.
The story of stuff
Si el viejo camino no funciona hay que hacer uno nuevo
http://www.youtube.com/user/storyofstuffproject#p/u/4/9GorqroigqM
Mientras
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Creencias
Publico un texto que escribí para la clase de Historia del Traje. Quería compartirlo con ustedes, y por qué no, que ustedes compartan conmigo cuáles son sus creencias, qué las motiva (incluído Alvaro) para hacer todo lo que hacen. Pienso que es un ejercicio en el cual, no sólo nos podemos conocer más entre nosotras, sino también nos permite conocernos a nosotras mismas. La creatividad nace de ahí, de lo que somos y de cómo a través de nuestra propia existencia percibimos el mundo que nos rodea.
Diseño visual
Historia verídica
Quise compartir con ustedes este texto que me vino a la mente cuando en la clase pasada vi los anteojos del profesor Tobón. Espero lo disfruten.
Historia verídica [Cuento. Texto completo] Julio Cortázar | |
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Comentario al margen:
(Porque adentro no se pudo)
providencia.
1. f. Disposición anticipada o prevención que mira o conduce al logro de un fin.
2. f. Disposición que se toma en un lance sucedido, para componerlo o remediar el daño que pueda resultar.
(RAE)
providencia
- f. Disposición anticipada, prevención que se toma para lograr un fin o remediar un daño.
(Word Reference)
TED: Bring on the learning revolution by Ken Robinson
Solo para leer -Artículo de El Tiempo-
El personaje del año
Por: Eduardo Escobar, 2010
No sé por qué los aficionados a establecer las jerarquías de cada ciclo, lo que algunos llaman el ranking, olvidaron incluir en las listas de los personajes del año, en Colombia y en todas partes, al Avivato. O mejor dicho, a ese gran organismo pluricelular de los vivos que forman una hidra de mil cabezas, abiertas en una flor de bocas hambrientas completadas por un laberinto de estómagos insondables, abisales, lleno de ojos y de uñas y que cambia de nombre de mes en mes y muda de estirpe, siempre a la caza de los presupuestos y los contratos, experto en papeles torcidos y en rondar las arcas como los gorgojos. No logro acordarme en todos los años vividos de otro igual al que pasó donde los señores del trampantojo hayan sido más abundantes y escandalosos, en sórdidos enjambres por los restaurantes bogotanos de cinco tenedores y en los clubes próximos a Wall Street haciendo componendas entre aperitivos de Escocia y brindis con brandis de Francia.
Los avivatos, los caballeros de industria, los señoritos sin hígados parecen haber atrapado el mundo entero en sus redes de triquiñuelas, entre Roma y Rusia y el Palacio Liévano. Los hombres siempre fueron viles desde que los inventaron en un Paraíso a partir de una escupa divina y un poco de barro, desde el ladino Jacob hasta los amigos de Petronio, pero después de la muerte de Dios, en este tránsito confuso entre la modernidad y la posmodernidad el engañador se ha multiplicado avergonzándonos a todos. Tanto que a veces los tramposos hasta se lucen en las fiestas de gran boato.
Entre las nulidades casi perfectas de los Nule y los enredos enmascarados de candidez del ex ministro Arias y los beneficiarios de sus subsidios agrícolas y Bernard Madoff y David Murcia y los inventores de pirámides de Mocoa, tan solo corren los matices de la clase, el color, el monto de la jugada, el detalle del clima y la calidad de la corbata. El animal es el mismo. El famélico incurable de falsos honores.
Toda la vida hubo corruptos desde los años de Nerón y Calígula. Pero los de los tiempos clásicos parecen más simpáticos por la magia de la prosa de sus historiadores y por las distorsiones del tiempo y la distancia. Uno piensa que antes eran en cierto modo más inocentes en cuanto, con respecto a nosotros, podemos considerarlos unos bárbaros que comían con la mano, adoraban dioses falsos que copulaban con cisnes, usaban vomitorios, y no fueron a la universidad como nuestros profesionales del descaro ni gozaron del lujo de los aviones privados con muchachas de silicona, y burbujas de champaña. Las universidades fracasaron si producen esta clase de donjuanes siempre coqueteando con el oro, que solo viven para el éxito, para inflar la vanidad y agrandar la panza.
Las gradaciones del avivato son infinitas como las combinaciones genéticas de la espiral básica. Junto a los que se apropian de una butaca en un palco cambiando una tarjeta, y los que falsifican el boleto de una milonga, una tesis de grado o un diploma para entrar en la burocracia por la puerta del inventado pergamino, existen las águilas de la mala costumbre, los arteros reptiles parásitos que se adaptan a los abrevaderos del poder poniendo cara de Yonofuí.
Mientras asciende por las jerarquías haciendo venias el avivato va dejando pedazos de sí mismo. En el fondo sabe que hace de la cortesía un arma y de la autohumillación un sistema, y que prepara su calvario con paciencia, aparentando muchas veces el desprendimiento de los santos. Hasta el día gris, que casi siempre llega, de atender la cita en el juzgado para protestar por su buena fama mancillada, proclamar su pureza y traicionar a sus compinches en los tratos, en el último acto de su drama. Si no fuera tan odioso el avivato, merecería mejor lástima que asco.
Publicado por Verónica